Hola a todos hoy mostramos esta información que nos puede ayudar.
¿Qué consejos sobre cuidados en la vida diaria debo seguir?
Es importante que las
personas con espondilitis anquilosante se mantengan en las mejores condiciones
de salud posible. La siguiente información puede ayudarle en aspectos que
contribuirán a mejorar su calidad de vida.
Mantenerse activo Es esencial realizar una actividad física
mantenida para conseguir las mejores condiciones de salud y existen numerosas
razones para recomendar la práctica habitual del ejercicio físico. El hacer
ejercicio con regularidad ayuda a prevenir las enfermedades del corazón y
mejora la capacidad pulmonar con lo que aumenta la oxigenación de los tejidos.
También fortalece el sistema osteomuscular (músculos, huesos, cartílagos
ligamentos), mejorando la calidad de vida y el grado de independencia, al
evitar los efectos menos recomendables de la vida sedentaria. Además, el
ejercicio también contribuye a mejorar el sobrepeso y puede proporcionar un
bienestar psicológico, que contrarresta el estrés y mejora el sueño y algunos
estados de ánimo.
Para una actividad saludable, como norma general se
recomienda:
• No incluir un número excesivamente elevado de ejercicios
sino seleccionarlos de forma que abarquen todas las zonas afectadas y que
permitan cubrir los objetivos previstos en cada caso.
• En los pacientes que no estuvieran acostumbrados
previamente a realizar ejercicio es preciso empezar de forma progresiva.
• En los brotes
agudos de la enfermedad, especialmente con inflamación articular, será preciso
disminuir la intensidad de la actividad e incluso interrumpirla temporalmente
hasta conseguir controlarla.
• Es aconsejable, además, realizar varias veces al día
respiraciones profundas, para aumentar la capacidad pulmonar, introduciendo la
mayor cantidad de aire posible en los pulmones, expandiendo el tórax.
• Hacer de los ejercicios una costumbre cotidiana. Hay que
realizarlos cuando se esté menos cansado y se tenga menos dolor. Si antes de
empezar el ejercicio se nota dolor o rigidez se puede aplicar un baño o ducha
caliente.
• Es necesario mantener una hidratación adecuada en todo
momento.
• Siempre hay que efectuar un calentamiento previo, de 5 a 15 minutos de duración, por
ejemplo, caminando despacio o haciendo movimientos lentos con las extremidades.
• Al terminar la sesión se necesita también un periodo de
enfriamiento, similar al calentamiento, para que la frecuencia cardiaca y
respiratoria se normalicen.
• Los ejercicios no deben provocar un dolor que persista más
de dos horas después de haber terminado la sesión. Si fuera así hay que
disminuir un poco la intensidad o el número de repeticiones la vez siguiente.
• Cuando se hagan en
grupo hay que evitar competir con otras personas. Cada cuál debe seguir su
propio ritmo.
¿Qué ejercicios debo hacer?
El tipo de ejercicio dependerá de la situación concreta de
cada paciente y de la gravedad o fase de la enfermedad.
Fase inicial:
suele ser suficiente realizar un programa de entrenamiento aeróbico con las
mismas características de los programas recomendables para la población general
adulta.
Fase intermedia:
además del ejercicio aeróbico, se recomiendan ejercicios específicos para la
espondilitis, sobre todo ejercicios de fortalecimiento y, a veces, algunos
estiramientos.
Fase avanzada:
además del ejercicio aeróbico hay que añadir ejercicios de fortalecimiento de
los grandes grupos musculares pero evitando los estiramientos, sobre todo si
son forzados, ya que pueden ser contraproducentes.
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